miércoles, 25 de noviembre de 2015

Bailando con Roberto Moro: "Escribir poesía se convierte en una forma de existir, en una manera de mirar el mundo".




Baile del Sol.- Los restos de la derrota es un poemario que se estructura como un encuentro deportivo que se pierde en los penaltis. ¿Quiénes serían los equipos jugadores?

Roberto Moro.- La mayoría de los poemas están escritos en primera persona, así que el perdedor puede ser el poeta... o cualquiera que los lea. Muchas veces no hay un rival, como en el deporte, sino que el protagonista puede perder incluso contra sí mismo. Quizá los partidos más importantes que jugamos son esos precisamente, los que nos enfrentan con lo que somos o cómo nos comportamos.

BdS.- Nos encontramos en tus poemas con muchas escenas cotidianas que acaban convirtiéndose en metáforas sociales y vitales, ¿es esa una de tus intenciones poéticas?

R.M.- Sí. La materia poética del libro es la experiencia vital, y qué mejor para ello que hablar de lo que se tiene más cerca, de lo que nos ocurre todos los días. Además he intentado que el lenguaje del poemario, simple y directo, refuerce esa sensación de cotidianidad.

BdS.- ¿Para qué pueden servir los restos de una derrota?

R.M.- Se puede escribir la biografía de alguien simplemente citando los restos de sus derrotas. También se pueden construir algunas victorias, por ejemplo. O hacer un poemario que quede en la memoria un segundo y después se pierda para siempre hasta que, quizá, nos acordemos de él en la siguiente derrota.

BdS.- ¿Qué vigencia dirías que tienen los poemas de este libro en el momento actual?

R.M.- Hay poemas muy vigentes. "La era digital", por ejemplo, que trata de la soledad en las sociedades modernas, o "El hombre exterior", sobre la exposición total de nuestra vida. Pero en general la vigencia dependerá del lector. La poesía siempre apela a la experiencia personal, aquel que alguna vez haya sentido la duda que se menciona en "Yogur" se verá perfectamente reflejado en él y a la vez habrá quien no comprenda su sentido y se encuentre en otro poema posterior. 

BdS.- ¿La poesía es un compromiso o un desahogo?

R.M. Es una actitud vital. Hay mucha poesía a nuestro alrededor, en todos lados, simplemente es necesario estar dispuesto a captarla, casi como si se tratase de una fotografía. Así que escribir poesía se convierte sobre todo en una forma de existir, en una manera de mirar el mundo que nos rodea. 




BdS.- Háblanos de tus referentes

R.M.-La temática y el estilo de "Los restos de la derrota" se relacionan fuertemente con el realismo sucio. Ahí podría citar a Bukowski o a Carver, y, cómo no, a Roger Wolfe. Luego como lecturas personales que se cuelan en momentos puntuales habría muchas más referencias. Poetas universales de la talla de Ángel González, poetas magníficos que han compartido el camino conmigo, como Ramón Egea, David Yáñez o Marcos de la Fuente, y otros que me han echado una mano (que agradezco) como Raúl Vacas o Jorge Barco.

BdS.- ¿Qué es poesía de etiqueta?

R.M.-"Poesía de etiqueta" es un proyecto poético de acción callejera. Se trata de escribir pequeños poemas en etiquetas autoadhesivas y pegarlos en lugares públicos. Es una reivindicación de lo que decía antes: la poesía está en todos lados. Y de esta manera los poemas también. Elaboro los poemas con una etiquetadora antigua, que usaba cuando era niño, y los voy pegando en los lugares por los que paso. Es un proyecto abierto a que todo aquel que quiera pueda colaborar, simplemente poniéndose en contacto conmigo o pegando sus poemas y subiéndolos a Instagram con el hashtag #poesiadeetiqueta.  


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