viernes, 9 de agosto de 2013

2013 de Poesía. Día 220. Amaranta Caballero Prado

Día 220. Amaranta Caballero Prado. Tan lejos de Dios (2010)


Lo primero que noté

Hoy por la mañana pude ver muy claro
el punto lejano de la carretera inundada de rojas luces
–ensimismadas e individuales, propias de rebaño original–
que consuman cada día el rito hacia Rosarito, muy rosadito.

Ah que osado, el camino.

Hoy por la mañana pude ver muy claro
la arena suelta, envuelta y en vuelta
sobre su propia redondeada lucidez.
La grave grava asfáltica cementerosa que hiciera
patinar
mis pies.

(Osadito el camino, ya dije)

Hoy por la mañana pude ver muy claro
que la vieja combi combada de hojalatería prestada
y setentera inconclusa,
la vieja combi combada aparcada desde hace treinta años
de mismo perro abajo,
enpolvado y ladrido ciego,
treintañero el perro como yo
que cada día bajo
por la loma malona de mis días y seis años de frontera presurosa,
desapareció.

Muestra decir que nada es para siempre.

(Otra vez el rosa rosado de rosa, qué cosa!)

¿Qué falta? ¿Porqué todo tan sin verde vida ni morado segundo?

Hoy por la mañana pude ver muy claro
que ni ramas, ni hojas,
ni combi combada ni perro.
Puras luces.
Rosas rosadas rojas.
Todo muy claro.
Demasiado.
No verde vida.
Nunca más morado segundo.
Y clara, a lo lejos: la parada del camión.

A la enórmica, magnífica e insular Jarancanda
de la loma de mi calle
la arrancaron.

Entonces ahora claro quiero ver
que ose el camino osar: raso: rosa: sarro.


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